La alta frecuencia cosmética es un dispositivo que utiliza una corriente de alta frecuencia y voltaje muy bajo para tratar diversas afecciones de la piel y mejorar la apariencia estética de la misma. Este tratamiento se utiliza en la industria de la belleza y la estética para tratar una variedad de problemas de la piel, como acné, arrugas, líneas finas, poros dilatados, inflamación, y más. También se utiliza para estimular la circulación sanguínea y mejorar la oxigenación de la piel.
La alta frecuencia cosmética funciona de la siguiente manera:
Se utiliza un dispositivo que consta de un electrodo de vidrio lleno de gas (generalmente argón o neón) que emite una corriente de alta frecuencia cuando se aplica sobre la piel. Cuando el electrodo se desliza sobre la piel, se crea un efecto térmico y una corriente eléctrica de alta frecuencia que estimula la producción de colágeno y elastina, lo que puede ayudar a reducir arrugas y mejorar la elasticidad de la piel. La alta frecuencia también tiene propiedades antibacterianas, por lo que puede ayudar a tratar el acné al eliminar las bacterias que causan las espinillas. Además, el tratamiento de alta frecuencia puede mejorar la circulación sanguínea, lo que puede llevar a una piel más radiante y saludable.
Es importante destacar que la alta frecuencia cosmética es un tratamiento no invasivo y seguro cuando se realiza por profesionales capacitados. Sin embargo, los resultados pueden variar según la persona y el problema de la piel que se esté tratando, por lo que es recomendable realizarlo combinado con otros tratamientos para potenciar el resultado.
Si bien es común, la obtención de buenos resultados desde la primera sesión, la cantidad de sesiones necesarias para que el tratamiento sea efectivo no deben ser inferiores a 4.