En esta técnica de dermopigmentación se combinan dos tipos de procedimientos. Por una
lado la naturalidad del microblading con su efecto pelo a pelo, buscando principalmente
rellenar las cejas y una terminación con la técnica de shading la cual va a lograr el efecto
sombreado en la cejas para poder “mezclar” la base de pelos naturales con los nuevos
pelos que hemos diseñado, esto ayuda a que quede más natural y delicado el trabajo.
El procedimiento se realiza con una pluma llamada tebori, la cual deposita manualmente el
pigmento dibujando pelo por pelo y se finaliza con el sombreado utilizando el dermografo, el
cual es una máquina que ingresa el pigmento a la piel en forma de micro punciones. Todo el
proceso se comienza colocando anestesia en crema, para evitar el dolor.
Al trabajar con pigmentos naturales es necesario realizar una segunda y hasta una tercera
sesión, dependiendo del grosor y oleosidad de la piel, ya que en aquellas que son más
oleosas cuesta mucho que se fije el pigmento, especialmente cuando trabajamos en las
cejas ya que se encuentran en la zona T. En esta segunda o tercera sesión vamos a
asentar el pigmento, porque al ser natural el cuerpo tiende a absorberlo y por ende bajar su
tonalidad, sin virar su color, por lo que es necesario realizarlo para que tenga la duración
esperada de alrededor de 2 años.